Actualidad de la teoría monetaria de Marx.
Introducción
Las cuestiones básicas sobre la forma de generación del dinero, de la deuda y acerca de sus neurálgicas funciones en el capitalismo actual son ignoradas completamente por la inmensa mayoría de la población, directamente afectada por sus efectos. No entendemos el mundo en el que vivimos. En palabras de Ann Pettifor:
«Una de las constataciones más impactantes de la última fase de la evolución del capitalismo es la total incomprensión de la naturaleza del dinero en nuestras sociedades.»
Frente a este confusionismo, ¿Cómo nos puede ayudar el análisis de Marx a disipar esta ignorancia? ¿Están sus análisis sobre el dinero -uno de los pilares de su desarrollo teórico- vigentes en la era del dinero mágico?
Podríamos decir que en cuanto al papel esencial del dinero en el capitalismo como vínculo universal y herramienta clave del ejercicio del poder social -justo lo opuesto de la ortodoxia neoclásica- el análisis formal de Marx sigue plenamente vigente pero no así en el aspecto más material y concreto referido a los usos del dinero al haberse modificado radicalmente la forma de creación y las funciones del dinero -y de su hijastra la deuda- desde su época.
Pero eso no refuta la esencia de la teoría del valor, ya que el trabajo sigue siendo el «nutriente» del capital, el vampiro de trabajo vivo, y el tiempo de trabajo la única fuente de la riqueza social capitalista. Esto enlaza directamente con la segunda y decisiva función del dinero: el dinero como capital.
¿Qué es el dinero y cómo se crea y se canaliza a través de los flujos económicos y financieros?
¿Qué instituciones tienen el privilegio de fabricarlo e inyectarlo en el circuito económico?, ¿cuáles son sus funciones en el modo de producción de la riqueza social?
La financiarización –y su correlato político: el permanente ajuste fondomonetarista neoliberal– es, en gran parte, la expresión de un fracaso: la incapacidad del capital, al menos en su núcleo central, de mantener tasas de ganancia y niveles de acumulación adecuados a sus necesidades de reproducción ampliada.
En esta relación dialéctica entre la acelerada transformación de las formas institucionales de la creación del dinero y de la deuda en el último medio siglo y, paralelamente, la agudización de las dificultades de la acumulación de capital reside pues la clave del rol contemporáneo de la moneda en la huida hacia adelante del capitalismo desquiciado.
¿Es posible reparar la fábrica de dinero para ponerla al servicio de un sistema económico que privilegie las inversiones productivas, que evite el choque con los límites biofísicos del planeta y que potencie los mecanismos redistributivos reduciendo de este modo la desigualdad social?
O, como dice Marx: ¿es posible cambiar las relaciones de producción existentes y las relaciones de distribución a ellas correspondientes mediante una transformación del instrumento de la circulación, es decir, transformando la organización de la circulación?
¿Tiene el Estado-Nación actual, despojado de soberanía monetaria y totalmente maniatado por las instituciones de la gobernanza del capital internacional, alguna posibilidad de desarrollar políticas redistributivas eficaces o ha quedado reducido a una mera correa de transmisión de la dictadura de la renta financiera?
¿Pueden medidas mágico-monetarias, como la renta básica, la Teoría Monetaria Moderna, las reformas bancarias y financieras para quitarles a los bancos el poder de creación monetaria o la nacionalización de la banca central arreglar las contradicciones capitalistas o son utopías que omiten el carácter profundo de las contradicciones del capital? El propio Marx resume excelentemente las limitaciones de tales balas de plata de los curanderos de la moneda y de las panaceas redistributivas basadas en la estéril ilusión de tratar de usar el dinero para hacer cosas buenas.
Una reflexión final de Agustín García Calvo, propuesta en un debate en el ágora quincemayista, que incide en la misma conclusión: el dinero y la vida «buena» son incompatibles.
«A ver, imaginemos: ¿es posible, se puede vivir sin dinero? A lo cual, entre otras cosas, recuerdos y testimonios que surgían, uno que andaba por allí, no tan joven, se adelantaba a preguntar con un tris de sorna: ¿No sería mejor que nos preguntáramos antes si se puede vivir con dinero?»
He ahí pues la cuestión.
Los 2 videos en los siguientes artículos:
Por Alfredo Apilánez | 06/07/2024 y 05/08/2024 | Vídeos rebeldes
Fuentes: Rebelión