📽️ El resentimiento. Una amenaza para la democracia

Cynthia Fleury entrevista a Eduardo Castillo

Tomar conciencia de las formas de alienación en la sociedad actual también significa reactivar nuestro poder político, independientemente del lamentable espectáculo que nos ofrecen los políticos y los caminos de servidumbre que quieren trazarnos.
Liberarnos del resentimiento significa redescubrir nuestra capacidad de iniciativa y de compartir con los demás, reconociendo al mismo tiempo la singularidad de cada individuo. Pero para ello es necesario redescubrir una cualidad humana que el individualismo comercial ha casi aniquilado: la humildad, condición indispensable para escapar del crecimiento de los egos y de las separaciones mortales en las que nos atrapan.
Es una charla fascinante que le invitamos a descubrir o redescubrir en un momento en el que los manipuladores del sistema juegan con el resentimiento para separarnos mejor unos de otros y así establecer su propio poder, en un momento en el que el mundo viviente se está desmoronando.

 


Aquí yace la amargura

Cómo curar el resentimiento que corroe nuestras vidas

Resumen

La filosofía política y el psicoanálisis comparten un problema esencial en la vida de los hombres y las sociedades, ese descontento sordo que corroe su existencia. Ciertamente, el objeto del análisis sigue siendo la búsqueda de los orígenes, la comprensión del ser íntimo, de sus defectos, sus trastornos y sus deseos. Solo que existe ese momento en el que el conocimiento no es suficiente para curar, calmar o apaciguar.

Para ello, hay que superar el dolor, la ira, el duelo, la renuncia y, de manera más ejemplar, el resentimiento, esa amargura que puede carcomernos, aunque podríamos descubrir su sabor sutil y liberador. La aventura democrática también propone la confrontación con la rumiación victimaria. La cuestión del buen gobierno puede quedar eclipsada por esta: ¿qué hacer, a cualquier nivel, institucional o no, para que esta entidad democrática sepa contener el impulso resentido, el único que puede amenazar su sostenibilidad? Nosotros, individuos y Estado de derecho, nos enfrentamos a un mismo desafío: diagnosticar el resentimiento, su fuerza oscura, y resistir la tentación de convertirlo en el motor de las historias individuales y colectivas.


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