Nos encontramos sin duda alguna ante el período más oscuro de la humanidad, no solamente en cuanto a los dramáticos peligros a los que estamos abocados por la dinámica insaciable y obligada de la Megamáqina capitalista (sujeto autómata), esa de « crecer y morir », esa que destruye en su guerra perpetua sin detenerse un solo segundo, obstinándose en convertirlo todo, hasta los seres humanos, en mercancía, o sea en algo muerto. Lo peor de todo es que estamos en una ausencia total de fuerzas capaces de detener esa lógica mortífera y ello principalmente por tres razones.
En primer lugar los partidos políticos viven del dinero que genera esa Megamáquina, moviéndose en su cabina de pilotaje y participando de hecho al rapto de la potencia colectiva. Con lo cual, en segundo lugar, estas marionetas movidas por las cuerdas de los lobbies, se pinten del color que se pinten, no hacen más que ocupar el lugar más emblemático del plató mediático y el de la sociedad del espectáculo que nos distrae a más no poder. Ese mismo plató mediático es quien extiende luego su influencia por doquier gracias a los bulos y la frenesí de las redes sociales. Y, por si fuera poco, en tercer lugar ese proceso de valorización del valor, como petróleo derramado en pleno mar, contamina hasta quienes se oponen a sus fechorías en los medios más insospechados de los movimientos sociales. Más allá de los sindicatos que a nadie se le escapa que están comprados, los ecologistas tampoco se apartan de esas prácticas, sobre todo en el estado español, como asó lo denuncian los Ecologistas Indignados en estas páginas que siguen y como así también lo advertía justamente Alfredo Apilánez en su libro, « Los vicios del Ecologismo » que aquí presentamos brevemente. Y es que ¿por qué nos vamos a lanzar en un análisis exhaustivo del corazón de la bestia? Ya que es esa misma la que nos da de comer. Sin ese análisis y una férrea voluntad de morderle al cuello a la Megamáquina para acabar con ella, seguiremos objetivamente apoyándole, oscureciendo más y más el horizonte de la emancipación y de la vida, esa misma que sí puede ser bella. Esas trampas son las que la Ecología social, siempre ha denuncia desde el principio y sigue haciéndolo Y es que este previo análisis lúcido es el único que nos permitirá desdibujar un horizonte esperanzador y vivo y un movimiento consecuente para alcanzarlo.
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Carta Indignada
A día de hoy las integrantes de Ecologistas Indignadas seguimos sin poder hablar a cara descubierta porque sabemos las consecuencias para todas las que seguimos estando dentro de la organización. Prueba de ello es la reacción al Informe de Ecologistas Indignadas (133 páginas) que difundimos con motivo del Congreso de Zaragoza de diciembre de 2023. En él abordamos diferentes cuestiones que ponían en evidencia la creciente imposibilidad de tratar nuestras diferencias en un marco transparente.
A pesar de subrayar una y otra vez que nuestra intención no era otra que abrir un debate sobre lo que entendemos como una deriva suicida de EEA, la respuesta de la cúpula, al estilo de los malos políticos o cualquier staff de empresa, ha sido tomar el rábano por las hojas e iniciar una caza de brujas indagando sobre nuestra identidad y postergando sine die la respuesta necesaria que prometían.
Pasados los meses está claro que para ellos el silencio es la mejor respuesta. Es más, se dijo que se iba a contratar a alguien, ¡otro contrato!, para explicar en los grupos la posición de la secretaría al respecto. Es posible que el contrato exista, pero nadie ha visto a nadie que haya ido dando argumentos sobre el asunto.
Por lo tanto, antes de avanzar en nuestras denuncias ante las ilegalidades que se siguen cometiendo por parte de la Secretaría, vamos a seguir comunicándonos de esta forma para que se conozca en EEA, y por la ciudadanía, que hay otra forma de hacer las cosas.
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Sinopsis de Los “vicios” del ecologismo. El abismo entre el diagnóstico y las soluciones.
Alfredo Apilánez, El Viejo Topo. Ediciones de Intervención Cultural, Barcelona, Enero de 2023.
“Estamos condenados. El desenlace es la muerte, con el final de la mayor parte de la vida en el planeta”. La demoledora sentencia del científico social Mayer Hillman, acerca del funesto destino que aguarda a la especie humana a medida que avanza de forma irreversible el proceso de volver completamente “asqueroso” su propio nido, describe de forma descarnada la dramática tesitura en la que nos hallamos actualmente. Y el responsable de la catástrofe hacia la que nos encaminamos aceleradamente está además perfectamente identificado: un modo de organización social completamente irracional, basado en las frías aguas del interés egoísta en las que navegan los poseedores del poder y el dinero. En palabras de Frédéric Lordon: “En realidad, es muy sencillo. Hoy tenemos muy claro que la manera en que hemos vivido hasta ahora (la manera capitalista) conduce al desastre general. De ahí que debamos cambiarla. Por completo”. El ecocidio en curso, es decir, la acelerada destrucción de las posibilidades de desarrollar una vida digna en un planeta habitable es por tanto el asunto de la “hora”.
El movimiento ecologista debe, en base a lo anterior, tener un protagonismo muy destacado en la denuncia del Armageddon en ciernes y en el ejercicio del liderazgo en la potenciación de todas las formas posibles de luchas sociales anticapitalistas que pugnen por evitar in extremis el peor de los escenarios posibles.
La cuestión neurálgica sería en definitiva la siguiente: ¿Ha conseguido el ecologismo mayoritario, más allá del abrumador consenso científico acerca de la contundencia del diagnóstico y la urgencia de las soluciones, elaborar un conjunto coherente de prácticas sociopolíticas y de reflexiones teóricas que iluminen las sendas emancipatorias que pugnen por aunar la preservación del metabolismo socionatural con la liberación del yugo del capital? O, dicho de otro modo: ¿existe una correspondencia entre la dureza del diagnóstico “terminal” del paciente y la radicalidad de las luchas y de las propuestas transformadoras del movimiento ecologista en pos de “dar por muertas esta civilización y esta cultura”? El tema fundamental del presente trabajo es tratar de dar respuesta a estas acuciantes cuestiones.
https://www.todostuslibros.com/libros/los-vicios-del-ecologismo_978-84-19200-68-6
Blog del autor: https://trampantojosyembelecos.wordpress.com/